Faro de Torres

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Descripción

Los antecedentes del faro de Torres, perteneciente al concejo de Gijón, los encontramos en el ya desaparecido del Cerro de Santa Catalina.

El antiguo faro de Gijón fue inagurado en 1885 y constaba de una torre construida en sillería, con un primer cuerpo prismático de sección cuadrada, con las esquinas achaflanadas formando un octógono irregular, del que partía el segundo, troncopiramidal, el balconcillo, el torreón y la linterna.

En total medía 8 metros, situando el plano focal a 9,5 m sobre el terreno. Era la única luz existente entre el faro de Peñas y el de Tazones, pero fue destruida por el Ejército por miedo a ser localizado por los americanos en período de guerra. Funcionaba con una lámpara de aceite de oliva y tenía una distancia de 10 millas.

El actual faro de Torres sustituyó la función emprendida por el de Santa Catalina. Se construyó en las inmediaciones del puerto del Musel debido al auge e importancia del puerto. Como la gran mayoría de los faros asturianos, contó con un primer proyecto que lo situaba en la Punta de la Forcada, extremo más saliente del cabo Torres, que no llegó a ejecutarse por las dificultades topográficas y de aislamiento.

Se inauguró el 18 de julio de 1924 sobre la última explanada transitable del cabo, dominando por el Oeste el puerto del Musel. Para su edificación fue necesario llevar a cabo obras de explanación y voladuras de parte de la punta del cabo Torres.

La apariencia del edificio es la primitiva, con dos plantas rectangulares y cubierta levemente inclinada a dos aguas. Las esquinas y remate de vanos están pintados en color granate y el resto de blanco. La entrada principal se efectúa por su cara Este y el recinto que ocupa se encuentra amurallado, colindando su fachada Sur con un montículo rocoso que le protege. La razón por la cual no se construyó este faro en el punto más elevado del cabo fueron motivos militares que requerían para la instalación de baterías las cotas más altas. La torre se adosa a su cara Norte, llegando el balconcillo hasta la altura de la cubierta; es de forma troncopiramidal de sección octogonal. Dos de sus chaflanes están pintados de arriba a abajo en color granate, dándole una apariencia más estilizada y agudizando su visibilidad desde el mar durante el día.

La torre se remata con adornos en forma de ménsulas y da paso al balconcillo, bordeado por un murete cerrado.

Conserva la linterna primitiva instalada en 1923. Tiene un original aparato óptico con anillos dióptricos centrales y catadriópticos, montados sobre macizas piezas de hierro. No utilizó la electricidad como fuente de energía hasta 1936. Su óptica gira sobre basamento de mercurio. Constaba de una única lámpara de 1.500 W fija, por lo que en caso de que la alarma avise de su inutilidad es el torrero el que debe cambiarla manualmente, al no tener una automática de reserva.

Su señal luminosa se caracteriza por 2 destellos blancos cada 10 segundos y alcanza las 25 millas en tiempo medio, llegando a señalar la Punta de la Vaca en Luanco, la cual carece de faro propio.

En 1939 se instaló una sirena Pintsch que emitía la letra G en código Morse, distintivo de Gijón. Actualmente está fuera de servicio. Como reserva, cuenta con dos grupos electrógenos.

Es un faro de cuarto orden.

El entorno

El cabo Torres es una irregular y quebrada punta que se bifurca en dos penínsulas en su adentramiento en el mar, llamadas Punta Grande y Punta de la Forcada, separadas por la Cala de la Ciruela, donde rompe violentamente el oleaje. Conforma un relieve caótico y quebrado con acantilados de más de 70 metros y fuertes pendientes. El paisaje altamente industrializado que domina su sector oriental se vuelve inhóspito en su flanco occidental, labrando bajo sus altos acantilados ensenadas pedregosas prácticamente inaccesibles, hasta encontrarse de nuevo con uno de los tramos costeros más contaminados de la región, debido a la presencia de la térmica de Aboño.

El paisaje del faro Torres contrasta con lo agreste de su ubicación y el entorno industrializado que lo envuelve: puerto de El Musel, térmicas de Aboño, depósitos de gas, cementeras y otras.

Concejo de Gijón

Prehistórico y romano, revolucionario, urbano, minero, metalúrgico, vanguardista, marinero, cosmopolita, festivo y hospitalario. Así es el concejo de Gijón.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Gijón son: Carreño, Corvera de Asturias, Llanera, Sariego, Siero y Villaviciosa. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Gijón, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca de Gijón

Prehistórico y romano, revolucionario, urbano, minero, metalúrgico, vanguardista, marinero, cosmopolita y festivo, culto y hospitalario, y también rural. Así es el concejo de Gijón.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Gijón. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

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